Redes Sociales


Roberto Ortegón Yáñez (1)

La necesidad ha marcado el nacimiento de las redes. Inicialmente para establecer puntos de comunicación y luego como mecanismos para la ayuda social.

La institucionalización de las ayudas generó políticas de asistencialismo para el cual una red optimiza los recursos, pero más allá, asegura que las ayudas lleguen a quienes realmente lo requieren o se desea beneficiar.

En los últimos tiempos el concepto de red viene siendo empleado por organizaciones sociales como sinónimo de alianzas, de sociedades, de acuerdos y proyectos compartidos, de agendas con múltiples responsables y de alguna manera, de asociaciones informales.

El conocimiento. Además del intercambio de la información y de recursos ha sido la base de las redes. Con la informática el concepto se redimensionó pero lanzo lejos su dimensión humana, convirtiendo en muchos casos el medio en protagonista y relegando los contactos interpersonales, la cesibilidad, y el afecto que la comunicación humana genera; por las teclas y las transmisiones frías de daros.


Autonomía


La red es también sinónimo de organización pero conservando cada cual su autonomía. En la red nada es obligatorio, todo es posible. Sin embargo, el intercambio implica un nuevo concepto o por lo menos uno más dinámico en la participación.

Hago parte de la red si participo. Si Participo recibo, de ahí que debemos confiar para participar en la red.
Los expertos en redes manifiestan que la dificultad o la posibilidad de una red depende de la forma de pensar de quienes intervienen y en consecuencia proponen que para hacer parte de una red se debe pensar en red.

Organización sí, pero a partir de lo yo ofrezco, de la confianza en compartir información y también del conocimiento sobre lo que otros hacen y ofrecen.

Aquí se plantea una condición de la organización, también de la participación cual es el interés que mueven unos a otros y que le permiten mantener contactos, reales o virtuales que denominamos tejidos o redes.


Objetivos


Cuales serian los objetivos de una red, sabiendo que la información los determina. Estar en red puede significar obtener información confiable y oportuna. Nosotros sabemos de las dificultades que encuentra el investigador para acceder a ella.

Identificar sus fuentes y acceder a la información suelen ser recorridos complejos, máxime cuando mucha de la información producida por los investigadores, no se ha publicado, ni siquiera está organizada en los archivos. De ahí que viene un primer objetivo de la red sea la identificación de los recursos de información.

El segundo objetivo está relacionado con el intercambio. El éxito de las redes sociales se mide por los intercambios interpersonales, de experiencias, de capacitación y actuación; además de la propia información. Que la información este al servicio de la sociedad y este caso de la ciudad, que afecte las decisiones, es decir, que influya en el desarrollo.

Finalmente se puede plantear un objetivo inherente, como es la valoración de la investigación. Proteger sus resultados socializándolos.


UNA RED QUE ESTIMULE LA ORGANIZACIÓN
Bibiana Esperanza Chiquillo'
Las redes se constituyen como espacio privilegiado donde la Organización juega un papel decisivo para la construcción del tejido social con características humanas.

Organización que contempla la idea de sumar esfuerzos de entidades y personas que a su vez han venido inventando por sí mismas una histórica de trabajo, de productos sociales y culturales, en nuestro caso de investigaciones que responden a innumerables inquietudes sobre la cultura urbana; en ella el quehacer cotidiano de una ciudad con el rostro de la vida de cualquier ciudadano.

Hablarnos de construir paulatinamente una red de investigación sobre cultura urbana de Bogotá, porque se ha percibido la necesidad de la interacción de distintos esfuerzos en el área, con el propósito de generar propuestas y alternativas para el desarrollo y bienestar de la ciudad, basado en argumentos juiciosos; aprovechando estudios realizados y uniendo o cruzando resultados de investigaciones adelantadas.

Una red puede garantizar paulatinamente la incidencia en las políticas de desarrollo e incluso en el aumento de información seria sobre los problemas, soluciones o simplemente sobre Ia vida en Bogotá, en términos de costumbres, hábitos, consumos, etc.
Igualmente, el tejer nudo a “nodo”  la red significa construir al interior de ella y al servicio de los ciudadanos una amplia gama de ofertas y servicios para la permanente asesoría sobre diversas temáticas, encuentros, capacitación, además de las publicaciones resultantes de constantes investigaciones e intercambios.


CONSIDERACIONES MINIMAS PARA LA CONFORMACION DE UNA RED DE INVESTIGADORES DE LA CULTURA URBANA






Nelson Lugo
Si pensamos el concepto de red como sinónimo de tejido podríamos hacer un ejercicio de imaginación y tratar de elaborar una red entre nosotros ahora mismo, para darnos cuenta qué constituir una red no es tan difícil. La pregunta es si el tejido resultante se ajusta al diseño que queremos o, en otras palabras, si la red resultante es la que necesitamos para los propósitos de la investigación.

Imaginemos por ejemplo que a cada uno de los aquí presentes se le entregaran tres hilos de diferente color, cada uno representando un interés particular; digamos que el blanco fuera el hilo que enlaza intereses temáticos, el azul intereses metodológicos y el rojo intereses de financiaciónconfiguración.

Pero, como sabemos, la importancia de las redes sociales, no está tanto en su estructura como en su dinámica. La pregunta, entonces, seria: esta red que hemos imaginado garantiza la dinámica que queremos como investigadores?

Yo me atrevería a decir que no por dos razones principales. Uno, la falta de información sobre el quehacer de las personas aquí reunidas impide que la escogencia de los enlaces sea amplia y acertada. Dos, la falta de habito del trabajo investigativo como trabajo asociado, abierto y colectivo puede impedir que se generen las dinámicas de trabajo asociado que demanda la producción en red.
Una vez concluido el ejercicio de imaginar una red, entraremos a revisar algunas implicaciones que trae su conformación.

Compartiendo lo planteado por José Silvio en cuanto a los focos de atención en la conformación de las redes, hoy resulta más importante pensar en los usuarios y los contenidos de información que en los problemas físicos de conectividad e infraestructura. Por ello nuestra reflexión se apoyara en dos preguntas fundamentales: Cual es nuestra realidad como comunidad científica? Y que es indispensable en la construcción de una red de investigadores?

La respuesta a la primera pregunta es definitiva si consideramos que uno de los principios del trabajo en red es la búsqueda e intercambio de lo común. Es decir de los intereses relativos al conocimiento de la ciudad que como grupo social compartimos. Resulta entonces que para responder las preguntas tendremos que hacer unas reflexiones ligadas a los presupuestos funcionales del trabajo en red.

Estas reflexiones apuntan a : primero, revisar si hoy trabajamos bajo principios de interactividad, cooperación, apertura, intercambio e integración que demandan, tanto el trabajo en red, o si por lo menos estamos dispuestos a hacerlo, pues de no ser así, la posibilidad de pasar del concepto de red a una práctica productiva de investigación en red sería impensable. Segundo, revisar si existen hábitos en el desarrollo de investigación que impidan un fluido y generoso entre los investigadores, esto lleva implícito generoso entre los investigadores; esto lleva implícito menos protagonismo individual y más resultados a partir de pequeños, pero valiosos aportes colectivos, en ocasiones anónimos, que demuestren un compromiso con la construcción de conocimiento nuevo, más que con la construcción de una imagen personal. También implica generar un ambiente de respeto y confianza en donde no se tengan que ocultar los progresos parciales de una investigación por terror al plagio. Tercero: revisar si se está dispuesto a una crítica abierta y permanente durante el desarrollo del trabajo investigativo, que garantice mayor calidad en la investigación.

Solo habiendo realizado estas y otras reflexiones podremos ser conscientes del estado de construcción de nuestra comunidad científica y en consecuencia de la viabilidad efectiva de iniciar un trabajo en red.

Para responder la segunda pregunta sobre que es indispensable en Ia construcción de una red de Investigadores, me apoyare en la revisión de otras experiencias de redes, especialmente en algunos de los planteamientos del Cyted
5 y de la Red de Macroeconomía Latinoamericana.6

Agrupando los requerimientos mínimos de una red en requerimientos estructurales -qué debe tener- y requerimientos funcionales, -cómo debe operar-enumeraré los elementos que considero definitivamente indispensables.


Dentro de los requisitos estructurales están:


1. La existencia de nodos o enlaces que en nuestro caso serán sujetos concretos, cuyo papel puede ser investigador o financiador, principalmente.

2.  La existencia de vínculos o intereses comunes entre dichos nodos o enlaces.

3. La existencia de medios y canales que permitan la comunicación entre los nodos, o lo que algunos llaman conectividad.

4. La existencia de contenidos concretos, de información o de otro tipo, a través de los cuales se materialicen los intereses comunes en temas específicos de trabajo, programas y proyectos de investigación, agendas, etc.


Dentro de los requisitos funcionales están:


1. Apertura: la red, o mejor, quiénes la conforman, deben mantener un criterio amplio de participación generando irrestrictamente nuevos enlaces que puedan enriquecer su dinámica interna. La apertura también implica una sensibilidad de respuesta a las demandas del entorno de la red, trátese de la comunidad, otras redes, el Estado, etc.

2.
Flexibilidad: esto implica fundamentalmente la capacidad de tomar muchas formas, de componerse y recomponerse de muchas maneras de acuerdo con las necesidades de sus conformantes y del entorno.

3.
Fluidez: esto significa procurar que los flujos de los contenidos sean ágiles y respondan a los  ritmos de los usuarios.

4.
Productividad: la operatividad de la red se debe materializar en resultados y productos concretos del trabajo investigativo y en una oferta de diferentes tipo de servicios que garantice su utilidad para usuarios potenciales.

5. Independencia: por tratarse de una forma asociativa abierta y flexible que no intenta alcanzar formalidades corporativas específicas, la conformación de una red como la que nos ocupa, lleva ligados al concepto de independencia, los principios de horizontalidad y libertad. Esto es encontrar en las formas asociativas y en la generación de vínculos, una manera de superar las estructuras rígidamente jerarquizadas y a la vez mantener la posibilidad de hacer fluir cualquier tipo de contenidos dentro de la red, siempre que responda al interés de por lo menos dos nodos.
Sobre los aspectos relativos a la infraestructura de tecnología que puede apoyar la red, aunque como ya dije ello no debe ocupar el foco de atención en su conformación, pues de eso no depende, tampoco deben ser del todo ignorados. Haremos entonces tres consideraciones a este respecto.

La primera tiene que ver con la posibilidad de apropiarnos de las tecnólogas informáticas y telemáticas, a partir de los esfuerzos que hoy hacen tanto las empresas de telecomunicaciones como las mismas academias para facilitar su uso y aprovechamiento.

La segunda tiene que ver con la posibilidad de incorporar diversas herramientas informáticas al proceso de investigación o proponer el diseño. Ello nos obliga a familiarizarnos y capacitarnos en el uso de estas herramientas, a la vez que permite conformar equipos interdisciplinarios que incluyan especialistas en estas áreas.

La tercera se relaciona con la forma de enfocar el uso y efectos sociales de esta tecnología; para ello me apoyo en las conclusiones del informe del grupo de expertos de alto nivel sobre aspectos sociales y societarios de la Sociedad de la Información para la Unión Europea, en el cual se concluye entre otras cosas:

1.    
Ver la sociedad de la información como una sociedad del aprendizaje basada en el saber hacer y en la sabiduría de las personas, no en la información en las maquinas.
 2.  La Sociedad de la Información debería tratar de personas. Debemos poner a las personas en control de la información en lugar de ser usada para controlarlas a ellas".7

Incorporar estos elementos al desarrollo de la investigación tendrá sin duda efectos en cuanto puede facilitarnos interacciones permanentes con los avances que se estén produciendo en otras latitudes sobre temas y metodologías que resulten de nuestro interés. Estaremos entonces participando en la construcción de espacios virtuales para la discusión, difusión y retroalimentación de la investigación.
Finalmente algunos aspectos que valdrá la pena plantear en los conversatorios que siguen esta presentación tienen que ver con la oferta de servicios que esperamos de la Red, lo que nos obligará a pensar en lo que cada uno de nosotros ofrecerá a la Red y requerirá de ella.

Evidentemente, los primeros servicios que puede ofrecer una red son los servicios de información.
Estos servicios pueden ir desde directorios de sus miembros y catálogos de proyectos de investigación hasta información sobre eventos y oferta cultural. Desde luego, las redes, en la medida que se consoliden, pueden responder a demandas sociales con acciones concretes como diagnósticos, diseño, de planes y programas con la comunidad, aplicación de resultados de investigación, etc.
Como vemos el trabajo de construcción de la red es posible asumiendo una actitud abierta y participativa en la investigación e incorporando otros tipos de variables para poder disfrutar de sus beneficios. Queda entonces abierta la invitación a canalizar todos sus aportes sobre la construcción de la Red a través de los conversatorios organizados.

 A partir del encuentro de investigadores, queda claro que la idea de la Red no solo es posible, sino que resulta necesaria para mejorar la interacción entre investigadores. En este sentido se entiende la Red como una estrategia de trabajo que rompe el aislamiento y que nos orienta a la producción colectiva y a la libre participación.

La sensación que dejó el encuentro respecto de la Red es la disposición que tienen los investigadores en aportar generosamente sus experiencias para emprender nuevos trabajos asociados, crear grupos de discusión y crítica, y avanzar en la proyección de la investigación hacia la comunidad en general.
A mi modo de ver, es el momento de iniciar y mantener los intercambios entre el nodo coordinador y los investigadores para empezar a dar contenidos a la Red y consolidar su conformación.
La expectativa de la Red, una vez redistribuida la información entre sus miembros, es proponer una agenda temática alrededor de la cual se generen grupos de trabajo con proyectos y resultados específicos, que, a su vez, se deben convertir en los temas de discusión de los futuros encuentros de la Red.


SOÑANDO EN RED
Martha C. Torres M.

Quizá uno de los aspectos que hace más interesante el establecimiento de una red de y para investigadores, es que democratiza y agiliza el flujo de información, conocimientos y experiencias, acumuladas por gentes que han dedicado y dedican buena parte de su quehacer al estudio de la ciudad.

La democratiza, porque permite que cualquier ciudadano interesado en auscultar la urbe, acceda sin necesidad de pasar por tortuosos y vanos filtros jerárquicos, a un acumulado fruto de un colectivo de hombres y mujeres, que desde distintos ángulos y puntos de vista la han explorado, pero que muchas veces encuentran también multitud de trabas para retornar el fruto de sus búsquedas a ese gran punto de origen que es la misma ciudad. En este sentido la red permite, o al menos facilita, cerrar el círculo.

La agiliza, porque permite superar obstáculos físicos y burocráticos que impiden con frecuencia que los contenidos alimentadores de la red cumplan sus objetivos y tengan eficacia, posibilitando así su fructífera inserción en la inevitable variable de tiempo oportuno y lugar adecuado.

El fortalecimiento y la cualificación del trabajo investigativo muy probablemente tendrán en la herramienta de la red, un punto de apoyo invaluable, en provecho, es de esperarse, no solo del investigador sino de la ciudad.

1 Roberto Ortegón Yáñez. Gerente Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Santafé de Bogotá D.C.
2 Bibiana Esperanza Chiquillo. Directora de Proyectos, Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Santafé de Bogotá D.C.
3  Nelson Lugo. Investigador Instituto Colombiano de Antropología ICAN.  Antropólogo e ingeniero de sistemas.
5 Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnologia para el Desarrollo. Cyted, Impreso normalizado para la presentación de Redes temáticas, s. f.
6 Jaramillo, Hernán. "La Red de Macroeconomía Latinoamericana", 37 modos de hacer ciencia en América Latina, Bogotá, Tercer Mundo Editores y Colciencias, 1997.
7 Artículo publicado en internet por Artur Serra, titulado Redes ciudadanas e innovación: una oportunidad para Europa. En él se hace una síntesis el programa que tiene la Unión Europea sobre Aplicaciones Sociales en Internet,
8  Marta Torres. Miembro de la Corporación Raices.

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